El adeco los delata
Publicado: 21 marzo, 2016 Archivado en: Uncategorized 6 comentarios
La sociedad civil, ese fino, culto, preparado, exquisito, leído y viajado grupo de venezolanos que no entienden por qué, siendo la maravilla que son, han tenido que padecer 17 años de ordinariez chavista, tan ajena a sus civilizadas costumbres.
Todos estos años retorciéndose en su glamour herido por el puñal de la chabacanería de un gobierno con pelo chicharrón: Que si Chávez dijo que huele a azufre, que si tuteó el Rey Juan Carlos y lo llamó por su nombre de pilas, como si hubieran jugado metras juntos. Y ellos tan europeos, tan USA y todo este joropo, salsa y tambor, todo ese “Váyanse pa’l carajo, yankees de mierda!- ¡Virgen Dorada de Altamira! Ahora, culpechavez, van a creer que todos somos así y nos van revocar las visas forever.
Tanto se retuercen que uno podría terminar creyendo que ellos son puro violoncello y vino francés. Entonces van a una concentración y habla Ramos Allup.
Allí, un reducido y selecto grupo: setentonas de Este, de esas que, para protegerse del sol, llevan las mismas las viseras que usaban para ir al club a principio de los años 80, cuando la viseras sí estaban de moda. Sus maridos, portando un look sport sabatino que, más que marcharines, los hace parecer barrigones tenistas jubilados. Cuarentones con sus Applewatch que brillan al sol cuando baten sus puños al grito de ¡Tenemos hambre!. Chamos que aún no se han ido demasiado, con pancartas de “¡Maduro vete ya!” y perros de raza con collar de bandera para la foto de Instagram.
Ellos, toda finura, hasta que Ramos Allup, que tenía tres minutos hablando sin que nadie le parara, lanzó su primer “pendejo”. Despertó la concentración con aplausos y alaridos de aprobación. De ahí en adelante fue todo bajada: Una retahíla de vulgaridades que ni el más chabacano de los chavistas. El adeco que todos ellos llevan dentro hizo que se soltaran el moño olvidando la contención que impone el glamour.
La hora loca llegó cuando Ramos, hablando de sus motores, indicó que tenía uno “arrechísimo, aquí”, mientras señalaba con el índice su pelvis meneándose, como quien baila “El Baile del Perrito”. Deliró el público con el delirio de Henry.
Terminada la romería, se fueron todos a sus tascas y restaurantes favoritos, donde pasaron la tarde revolviendo con el meñique sus whiskys con agua de coco. ¡Chin, chin!
mi vida!!!! cada día te superas a ti misma… me declaro tu fan nro 1 UN BESOTOTOTOTOTOTOTOTOTOTOTE!!!!!
Se ha determinado que cuando un adeco tipo Ramos Allup reparte improperios a verbo suelto es digno de status pero lo hace un chavista lloran por el Manual de Carreño
Nuestra opo es tan sifri, que primero disfrutan su semana santa y al retorno, van con todo y sus nuevas y sofisticadas guarimbas…de verdad que dan pena…es que habían hecho desde hace mucho sus reservaciones…pa donde les alcanza en medio de esta crisis!
excelente Carola… una vez mas nos damos cuenta [ que el rey va desnudo!
y entonces viene uno y lee esto a las 11 y media de la noche y no para de reir de lo bien contado y los detalles jajajajajaj …. gracias carola…
Excelente pero muy chiquito como se presume ese motor de Henry Lisandro pasando el aceite que jode…..car